
Impulsar el uso de la bicicleta puede ayudar a reducir los siniestros viales en lugar de aumentarlos
Por Juan Carlos Bravo
Consejero de Saca la Bici A.C.
¿Es peligroso andar en bicicleta por la ciudad? Esa es la percepción común, alimentada por calles diseñadas para autos y una cultura que prioriza la velocidad sobre la vida. Pero la realidad es más compleja: impulsar el uso de la bicicleta puede ayudar a reducir los siniestros viales en lugar de aumentarlos.
En lugar de culpar a quienes se mueven en bicicleta, necesitamos transformar el entorno urbano, invertir en infraestructura y reconocer a la bici como aliada clave para una ciudad más segura y humana.
Datos que desmontan mitos
- Las ciudades que han aumentado el uso de la bicicleta con infraestructura adecuada (como Copenhague, Bogotá o Sevilla) han registrado reducciones en muertes y lesiones viales.
- A mayor número de ciclistas, mayor visibilidad y respeto: lo que en urbanismo se conoce como el principio de safety in numbers (seguridad en número).
- El 80% de los siniestros mortales en zonas urbanas involucran a vehículos motorizados. La bici no es el problema: el exceso de velocidad sí.
Caso de éxito: Sevilla, España
Entre 2006 y 2013, Sevilla construyó más de 120 km de ciclovías segregadas. El número de ciclistas se cuadruplicó en menos de una década y los siniestros graves relacionados con bicicletas disminuyeron. La infraestructura generó confianza, visibilidad y una nueva cultura vial basada en el respeto.
¿Por qué más bicis hacen las calles más seguras?
- Reducen el número de autos: Menos coches en circulación significa menos posibilidad de siniestros.
- Humanizan la ciudad: La bicicleta impone un ritmo más lento, menos agresivo, que beneficia a todos.
- Obligan a rediseñar las calles: La infraestructura ciclista bien hecha transforma los espacios en zonas más calmadas y vigiladas.
- Incentivan el respeto mutuo: Cuando hay más bicis, los automovilistas aprenden a convivir mejor.
- Aumentan la salud pública: Más personas activas, menos enfermedades, menos estrés… y también menos agresividad vial.
¿Qué deben hacer municipio, estado y federación?
Municipios: Rediseñar calles, implementar ciclovías seguras, señalización, reducir límites de velocidad y vigilar su cumplimiento.
Gobiernos estatales: Financiar infraestructura metropolitana e integrar la bici en planes de movilidad, salud y seguridad.
Gobierno federal: Priorizar la movilidad activa en el presupuesto, incentivar a municipios con buenas prácticas y cambiar la narrativa oficial de movilidad centrada en el coche.






¿Y si no lo hacen?
Las personas seguirán pedaleando porque es económico, eficiente y saludable. Pero si no se construye una ciudad que las proteja, los riesgos aumentarán. Por eso, las autoridades deben planear, prever y potencializar el uso seguro de la bicicleta desde hoy.
Promover la movilidad en bici no solo nos acerca a una ciudad más limpia y ágil: también nos salva vidas.